lunes, 22 de abril de 2013

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ignorados. La democracia vive una crisis profunda. Confiesa Luis Herrera Campis. Luis Herrera Campins es postulado por COPEI a la presidencia de la República para las elecciones del 3 de diciembre de 1978, en las que resulta vencedor, desempeñándose como Jefe de Estado para el período 1979-1984. Durante su gobierno, los ingresos por concepto de venta de hidrocarburos se triplicaron, pero ello no impidió que el Estado contrajera importantes deudas con instituciones financieras extranjeras, hasta el punto de que la deuda pública ascendió a 25 millardos de dólares obligando al Banco Central de Venezuela a declararse insolvente en febrero de 1983, lo que desató una de las crisis económicas y financieras más graves de la historia reciente del país, el resultado fue la devaluación de la moneda el 18 de febrero de ese año, en el llamado Viernes Negro.
La inflación no es sólo terrible por empobrecer a la gente, sino que además, cuando va acompañada de controles, es un enorme caldo de cultivo para la corrupción. En el llamado "viernes negro" del 18 de febrero de 1983 el bolívar es devaluado en cerca del 100% y se crea el fraudulento Régimen de Cambio Diferencial (RECADI). Bajo RECADI surge un complicado sistema cambiario de cuatro niveles y la moneda cae de Bs. 4,30 a 12,75 por dólar tan sólo en 1983. Finalmente, al terminar RECADI en 1989, el bolívar llega a 39,60 por dólar y, según la prestigiosa revista Visión, se malversaron alrededor de US$ 60 MMM, o sea casi el doble del monto de la deuda externa venezolana en ese momento. RECADI es considerado el caso más espectacular de corrupción en toda Latinoamérica, quizás en el mundo entero. En el tercer volumen del Diccionario de la Corrupción en Venezuela, editado por el Consorcio de Ediciones Capriles, se indica: El caso RECADI constituye la expresión culminante del proceso de degradación moral de la Venezuela contemporánea ... Tiene dos vertientes muy bien definidas: la de los comerciantes e industriales particulares que obtuvieron los mayores beneficios de la gigantesca estafa a la nación y la de los funcionarios públicos, de mayor o menor jerarquía, que fueron sus cómplices directa e indirectamente, por acción u omisión. Cabe resaltar la complicidad evidente del Banco Central de Venezuela y de las Fuerzas Armadas, que hizo posible la realización de la gigantesca estafa. -Los cuatros de las Fuerzas Armadas ya no son los oficiales de montonera que se habían formado en las guerras civiles y en los cuarteles donde no existía la formación académica que existe hoy en día. Ahora los oficiales saben que no tienen nada que ganar y en cambio si mucho que perder, en una aventura golpista. Y que difícilmente encontrará dentro de sus propios compañeros de armas, el ambiente y la solidaridad para promover una salida de fuerza. Implica, Eduardo Fernández, en 1980.

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